Según Monseñor Rodrigo Urbina Vivas, rector de la Basílica Menor Inmaculada Concepción de El Viejo, resulta muy interesante que los nicaragüenses nos demos a conocer ante el mundo por la celebración mariana de la Gritería a la Purísima Concepción de María, una festividad que resulta ser una gracia tan especial que hemos recibido de Dios, el amor a su Santísima Madre en el misterio de su pura y limpia concepción y que en ese sentido toda la diócesis hace votos y oraciones ante el Señor para que pronto ya la purísima nicaragüense sea declarada patrimonio intangible de la Humanidad ante la UNESCO.
El cura párroco de El Viejo afirmó que la iglesia nicaragüense está preparando la celebración del centenario de la creación de la Provincia de Nicaragua que sucedió en 1913, y que dichas festividades son la mejor oportunidad para que la Purísima, actividad que se ha trasladado a todos los rincones de Nicaragua y que ha traspasado las fronteras, sea reconocida en ese contexto de la celebración del centenario de la provincia eclesiástica como lo más bello que hemos recibido de Dios los católicos nicaragüenses.
“La Purísima encierra de todo, es un abanico de aspecto cultural, artístico, gastronómico, religioso eminentemente por supuesto, pero ha sido algo que se ha metido tan profundo en el corazón del nicaragüense que no hay ni siquiera un aspecto que podamos nosotros dejar de mencionar que no tenga homenaje a la celebración de la purísima”, comentó Urbina.
Para el prelado católico los cantos, los bailes, la gigantona, la gastronomía, la poesía están en torno a la Virgen María y que incluso el mismo Rubén Darío, Príncipe de las Letras Castellanas tuvo momentos de arrebato espiritual y llantos en París cuando escuchó el Pues Concebida tocado en el piano estando él fuera y lejos de la patria.
“En fin la Purísima está relacionada en todo aspecto y por lo tanto creemos que Nicaragua debe darse a conocer por esta expresión tan especial que le tributamos a la Madre del Señor”, señaló.
Debemos estar unidos todo el año
De días especiales, bendiciones y de gracia calificó Monseñor Urbina los meses de noviembre y diciembre en nuestro país y que como nicaragüenses debemos pedirle a la Virgen María que nos permita vernos unos a otros como lo que realmente somos hermanos, constructores de una Nicaragua estable, en paz y con tranquilidad.
“Se nos han concedido ya muchas gracias y bendiciones de parte del Señor, pero nunca estaremos satisfechos porque esperamos poder alcanzar cada día más una perfección que nos vaya configurando con el mismo Cristo y es la Virgen la que ha venido haciendo este trabajo a favor de Nicaragua, por lo cual mi deseo como rector y párroco de este santuario nacional de la patrona de los nicaragüenses es que esta sensación, esta alegría que se experimenta en estos días de diciembre de la Purísima se extiendan en vivencia todos los días del año para Nicaragua”, manifestó Monseñor Urbina Vivas.
Fuente: El Pueblo Presidente
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