(CNNMéxico) — Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, Argentina fue electo como el nuevo líder de la Iglesia católica convirtiéndose en el primer papa latinoamericano y será llamado Francisco I.
El nuevo Papa apareció en el balcón de la Basílica de San Pedro, desde donde dio su primer mensaje como el nuevo líder del catolicismo.
Francisco I agradeció en italiano la recepción que le dieron los presentes en la plaza de San Pedro.
El Papa rezó el Padre Nuestro para su antecesor Benedicto XVI y pidió a los católicos emprender "este camino, obispos y pueblo” y orar “los unos por los otros, oremos por todo el mundo para que exista una gran hermandad”.
Dijo que espera que el camino que emprende traiga “frutos para la evangelización”.
Minutos antes desde el mismo balcón el protodiácono, el cardenal francés Jean-Louis Tauran hizo el anuncio en latín: Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam!
El humo blanco comenzó a salir de la chimenea de la Capilla Sixtina y las campanas de San Pedro comenzaron a sonar, anunciando que el cónclave eligió a un nuevo papa.
Alrededor de las 19:15 de la noche, (12:15 hora del centro de México), la fumata blanca indicó que el arzobispo Bergoglio logró más dos terceras partes de los votos durante la quinta ronda de votación del cónclave.
La elección es una de las más rápidas de los últimos 100 años, similar a la de 2005 en la que fue elegido Benedicto XVI, pero no tan rápida como la de 1939, cuando Pío XII fue elegido en la tercera ronda. En contraste, en 1978, Juan Pablo II fue elegido Papa la tarde del tercer día, luego de ocho rondas de votación.
Las votaciones comenzaron el pasado martes por la tarde con una primera ronda y continuaron la mañana de este miércoles con dos votaciones más durante la mañana.
Antes de iniciar el cónclave el martes, los cardenales juraron secrecía sobre los debates y el sentido de las votaciones. Bajo las reglas del cónclave, quien es elegido necesitaba el apoyo de 77 de los 115 cardenales que participan.
Luego de la votación y que el cardenal decano del cónclave, Giovanni Battista Re, preguntó al cardenal elegido si aceptaba ser supremo pontífice y cómo desea ser llamado, se quemaron las boletas de la votación y se notificó al mundo con el humo blanco que había un nuevo pontífice.
El nuevo papa salió de la Capilla Sixtina y entró a la Sala de las Lágrimas, ahí se vistió con la ropa papal, que fue preparada en tres tallas por los sastres del Vaticano.
Entonces regresó a la Capilla Sixtina vestido como papa para realizar oración y los cardenales le juraron obediencia. El nuevo papa también tuvo unos minutos para rezar a solas