Fuente: El Nuevo Diario
44 microbuses expresos y 22 del servicio ordinario de la Cooperativa de Transporte Jinotepe-Managua, Cotrajima, que cubre la ruta Managua-“La Concha”, Managua-Masaya y Managua-Jinotepe, realizaron ayer un paro de sus unidades, luego que un grupo de pobladores destruyeran los vidrios laterales de uno de sus microbuses.
La acción vandálica ocurrió a las 4:30 de la tarde del martes en el kilómetro 28 de la carretera Ticuantepe-La Concha, en un sector conocido como “La Vuelta El Venado”, lo que motivó a los transportistas a protestar, pero no solo por esos daños, sino que sumaron a sus quejas la invasión de sus corredores por parte de agremiados de otras rutas.
Rubén Calero Ampié, socio de Cotrajima, aseguró que los microbuses de Jinotepe, de Diriamba y de Masatepe recogen una buena parte de los pasajeros que les corresponden a los transportistas de la ruta “La Concha”-Managua.
También señaló que ellos han cumplido el acuerdo de bajar C$2 la tarifa del pasaje Managua-San Juan de la Concepción, tal como se comprometieron la semana pasada durante una reunión con funcionarios del Ministerio de Transporte e Infraestructura, MTI, y con un comité de pobladores, para finiquitar una violenta protesta de dos días.
“Hemos respetado el acuerdo, así que no entendemos el actuar de ese grupo. No es posible que nosotros nos hemos ajustado para cumplir las peticiones de la población y recibamos esas agresiones”, dijo.
Pobladores consultados confirmaron que se ha cumplido la reducción de la tarifa, la cual pasó de C$18 a C$16.
Los transportistas de otras cooperativas que cubren la ruta Managua-San Marcos-Jinotepe, aprovecharon del paro de las unidades de “La Concha” para trasladar a los usuarios a Managua y viceversa, con una tarifa casi triplicada.
Maribel Blass tuvo que pagar C$40 desde el Mercado Oriental para llegar a San Juan de La Concepción. Es decir, C$24 más sobre el valor real del pasaje.
Piden mano dura
El equipo de El Nuevo Diario constató que transportistas de microbuses de la ruta San Marcos-Managua que se desplazaban a alta velocidad, montaron personas hasta en la cajuela, debido al exceso de pasajeros que también impedía el cierre de las puertas.
A pesar de que la semana pasada, el delegado departamental del MTI, Juan Ramón Munguía, informó que los inspectores realizarían mayor control en estas vías, lo cierto es que en esta ruta ayer no hubo un solo supervisor que regulara esta situación.
“Al MTI le corresponde frenar esta situación. Los buses del servicio ordinario estamos en la quiebra porque los expresos hacen las paradas de los ruteados. No hay inspectores que pongan un alto a esta situación”, dijo el transportista Rubén Calero.