Una de cada tres jóvenes latinoamericanas es madre antes de llegar a los 20 años, de acuerdo con un estudio elaborado por Unicef y Plan Internacional denominado “Vivencias y relatos sobre el embarazo en adolescentes”, en el que Nicaragua fue ubicada en el primer puesto de maternidad precoz.
El estudio, que ahonda en los factores culturales, sociales y emocionales que contribuyen a las altas tasas de embarazo en adolescentes de la región, indica que está previsto que los partos en menores de 15 años se incrementen a tres millones por año en Latinoamérica para 2030.
Según las proyecciones recientes que cita el estudio, la tasa de fecundidad adolescente en América Latina será la más alta del mundo y se mantendrá estable durante el período 2020-2100.
“Las madres adolescentes son cada vez más jóvenes, pues una tercera parte de los embarazos corresponde a menores de 18 años”, agrega el análisis. Esta situación se encuentra estrechamente vinculada a la violencia sexual.
Factores que influyen
De acuerdo con el estudio, en estas edades el embarazo “suele ser producto de violencia sexual, dado que las adolescentes están expuestas a condiciones de alta vulnerabilidad, entre ellas a varios tipos de violencia y riesgos”.
El embarazo en la adolescencia está asociado a la violencia de género en su sentido más amplio: violencia física, simbólica, psicológica y económica.
- Los autores del estudio identifican una labor urgente: la de analizar con mayor detenimiento las relaciones, voluntarias o no, entre adolescentes y hombres mayores, y la actitud en general pasiva y tolerante de la comunidad y la familia al respecto.
“Las brechas etarias (de edad) significativas producen generalmente dinámicas de dominación y desigualdad, muchas veces ligadas a la violencia sexual”, plantea el estudio.
Asimismo, añade que entre los factores asociados a la maternidad precoz están las características del hogar en el que crece la adolescente, entre ellas el ingreso económico de sus progenitores, los niveles de educación y la condición de pobreza en el hogar.
“Pero también hay factores contextuales relevantes como el acceso a una educación sexual integral, a los distintos métodos de planificación familiar y, sobre todo, a la garantía del ejercicio de sus derechos”, es parte del análisis.
Los autores señalan que el embarazo y la maternidad adolescentes se encuentran “mediados por un conjunto de representaciones culturales en torno al género, a la maternidad, al sexo, la adolescencia, la sexualidad y las relaciones de pareja”.
El continuo aumento del embarazo en adolescentes y, sobre todo, a más temprana edad influye en el menoscabo de los derechos de las mujeres. El alto valor otorgado a la maternidad es identificado como una de las principales barreras para trabajar de manera más efectiva el tema de la sexualidad en la adolescencia y la prevención del embarazo adolescente.
Una de cal...
Pese a que Nicaragua figura en el primer puesto de embarazos en adolescentes, el estudio destaca entre las buenas prácticas la creación de las Casas Municipales de la Adolescencia y de la Juventud (Camaj), presentes en 43 municipios del país.
En estas “se selecciona y capacita a adolescentes y jóvenes para que se conviertan en facilitadores/as de un proceso de reflexión con sus pares, bajo la premisa que existe una mayor identificación y credibilidad entre las propias adolescentes”, indica la investigación. END
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